lunes, 1 de agosto de 2022

DEONTOLOGIA JURIDICA.

 ÉTICA Y DERECHO.

Para comenzar, principalmente conoceremos qué se entiende por ética y por Derecho de una manera separada, para de esta manera facilitar la comprensión de la relación que existe entre estos dos conceptos.

Atendiendo la definición que nos da el Diccionario de la Lengua Española (2020), tenemos “que la ética es el conjunto de normas morales que rigen la conducta de la persona en cualquier punto de la vida”; parte de la filosofía que trata del bien y el fundamento de sus valores. Es por lo anterior que se podría decir que la ética es una filosofía cuyo objeto de estudio es la moral, y abarca la forma en la que pensamos que deberíamos de actuar, según nuestros valores y principios. La ética tiene un enfoque en la ejecución de normas morales que, mediante la práctica de los valores, busca regir la vida cotidiana y el buen comportamiento personal para fomentar una sociedad funcional, teniendo una fuerte relación con llevar en cada momento una vida tranquila, el creer y saber que se está obrando bien y qué tipo de persona nos gustaría ser. La ética también encausa y dirige las decisiones que los seres humanos tomamos a cada momento y rige la conducta con la que debemos de comportarnos dentro de una sociedad, para así buscar siempre el bien común y la justicia social. 

Por su parte, la Enciclopedia Jurídica (2020) nos señala que: 

Derecho proviene del latín directus que significa lo derecho, lo recto, lo rígido, y menciona que existe un derecho objetivo, que refiere al conjunto de normas que rigen la vida del hombre en sociedad y sus relaciones con los demás y el derecho subjetivo, que hace alusión a las facultades concretas que el ordenamiento reconoce a los individuos dentro del marco del derecho objetivo. 

Por otro lado, Moreno Navarro, Ramos Ochoa y Ramírez Neri (2020) señalan que:

El derecho es un conjunto de normas o preceptos de conducta cuya existencia y efectividad son indispensables para la solidez y la armonía de las relaciones sociales. El derecho no es un fin en sí mismo sino un medio emanado de la sociedad para mantener un equilibrio entre los hombres y proveer a la realización de un ideal de justicia. 

El Derecho es el conjunto de normas y leyes que rigen y establecen cuál es la forma en la que se debería de actuar dentro de una sociedad, y es por medio de los profesionistas en la materia que se busca que esto sea practicado. A cada instante surgen leyes y normas basadas en las reglas de ética y deontología, a fin de combatir la corrupción en todos los niveles y sentidos y lograr construir una sociedad en armonía.

Como es posible observar, la ética es con el Derecho como el Derecho es con la ética; son un complemento que ayuda a llevar de una manera más adecuada la ejecución de las leyes y normas. Tan cierto es esto que existe un conjunto de estatutos de ética profesional que establece el Colegio de Abogados. 

La deontología jurídica, por su parte, es la unión del Derecho y la ética, pues es un conjunto de principios jurídicos y morales que se encargan de regir la ejecución de la ética de los abogados.

DEONTOLOGÍA JURÍDICA.

La deontología supone un tipo de ética especializada que se encarga de estudiar aspectos del comportamiento humano, focalizado a un grupo de personas perteneciente a un mismo gremio. El Diccionario de la Lengua Española (2020) lo establece como: “Parte de la ética que trata de los deberes, especialmente de los que rigen una actividad profesional”.

La deontología estudia los deberes que se deben cumplir, la manera en cómo debe comportarse un profesionista en el entorno en el que se desenvuelve, buscando siempre ofrecer la mejor versión de sí mismo a beneficio de la sociedad. En el caso de la deontología jurídica, es la manera adecuada en la que un profesionista del Derecho debe de actuar y comportarse ante y para su cliente, y cómo debe defender con moralidad, de la mano de la verdad y los intereses de dicho cliente; es decir, la deontología jurídica resalta la moral y la ética con la que trabaja el profesional del Derecho. 

La deontología jurídica rige también la manera en que debe llevarse a cabo el Derecho, cuáles son los deberes morales y éticos con los que deben cumplir los abogados y cómo es que estos deben de llevarlos a cabo, así como el papel que ejerce abogado ante su cliente y la sociedad, cuáles son las responsabilidades que debe de cumplir y la lealtad que ha de ofrecer al bien común de la sociedad y su cliente, con miras a lograr siempre un ejercicio de los deberes de manera ética y moral.

La deontología jurídica busca que el profesional de la abogacía ejerza esta profesión de tal manera que alcance el objetivo final del derecho: luchar por la justicia social, preservar la dignidad humana y el bien común de la sociedad en todo momento y, a la vez que se busca alcanzar dicho objetivo, recordarle al profesionista una serie de principios, responsabilidades y deberes que derivan de su profesión. Por otro lado, existen también una serie de principios éticos que rigen al abogado, mismos que en muchas ocasiones se toman como los principios jurídicos; sin embargo, existen los principios de la deontología jurídica que, efectivamente, tienen mucha relación con los principios éticos. Algunos ejemplos de estos principios de la deontología jurídica, como lo menciona Felipe Ibáñez Mariel, son: 

Integridad profesional. Ejercer la lealtad hacia y con su cliente, y cumplir con el código de Ética que establece la Barra Mexicana del Colegio de Abogados.

Secreto profesional. Bajo ninguna circunstancia revelar las confidencias que le revele su cliente.

Libertad profesional e independencia del abogado. El abogado debe de ser libre de aceptar y rechazar asuntos. El abogado debe evitar cualquier influencia externa que condicione su actuar profesional.

Diligencia. El abogado debe estar presto a servir a su cliente, dando siempre lo mejor de sí mismo y manteniendo siempre sus conocimientos jurídicos al día.

Desinterés. El abogado debe de luchar por servir, sin inquirir interés propio, sino el de los demás en este caso sería el cliente.

Lealtad profesional. Debe conducirse con nobleza, devoción y amistad hacia su cliente (Saldaña Serrano, 2015). 

Como se ha podido observar, la deontología jurídica va muy de la mano de las acciones éticas y morales que realizan los profesionistas del Derecho para llevar a cabo el objetivo final de la carrera, pues como se ha mencionado anteriormente, es la manera en la que se le establece al abogado lo que está bien y lo que está mal, lo que es justo y lo que es injusto y qué comportamientos y acciones debe de llevar a cabo ante el cliente, la sociedad y el Estado en general, para alcanzar ese bien común y el desarrollo de la sociedad.

REFERENCIA HISTÓRICA NACIONAL E INTERNACIONAL.

Este apartado es esencial para descubrir qué es la deontología y de dónde proviene este término. La palabra se compone de dos elementos en griego: deon, que es “necesario” o “deber”, y logos, “razonamiento” o “conocimiento”. Es la ciencia encargada del cumplimiento ético de los deberes. Podemos destacar que la deontología jurídica es la ciencia que busca resaltar la moral de los profesionistas del Derecho y la manera que actúan, buscando siempre la verdad y la justicia.

La deontología es un término que fue empleado por primera vez por Jeremy Bentham, jurista, economista, filósofo y literato inglés, en su obra Deontología o ciencia de la moral, donde la define como una forma apropiada de ser y de actuar, haciendo siempre lo correcto (Diccionario filosófico abreviado, 1959).

Desde tiempos remotos, aún sin ser mencionado el término de deontología jurídica, era necesario que existiera una ciencia que se encargara de establecer y regir las leyes con la finalidad de proteger y defender los derechos de los miembros de una sociedad, incluso antes de que se instaurara la figura del abogado; existían servidores del Derecho que tenían la responsabilidad moral y ética de defender a su cliente, y solo era necesario contar con un reconocimiento que respaldara su sabiduría en el tema jurídico. 

Enfocándonos en un entorno nacional, apenas en 1553 se creó la primera universidad que podía impartir contenidos relacionados con las leyes, pues en 1527 Hernán Cortés pidió al rey que se negaran los abogados para las tierras recién conquistadas, pues ya tenían personas establecidas para defender los derechos de los individuos. A mediados de 1760 se creó el Real Colegio de Abogados por la cédula real que fue expedida por Carlos III. 

En 1824 el Congreso Constituyente dictaminó que todos los abogados que existían en México, y los que estaban por convertirse en abogados, podían litigar ante todos los tribunales de la federación. 

Los avances de la deontología jurídica a través de los años han sido incontables, pues día con día podemos apreciar el surgimiento de nuevas leyes, principios y reglas éticas que rigen al profesionista del Derecho y que le exigen ir creciendo y desarrollándose al paso de estas, para brindar a la sociedad y a su cliente una forma de actuar más ética, para así lograr el bien común y la justicia social y del cliente.








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